En estos tiempos de pandemia, el cuerpo nos pide naturaleza, así que nos hemos aficionado a hacer pequeñas rutas de senderismo para hacer con niños.
La ruta a la Cascada del Hervidero en San Agustín de Guadalix es una de las más cercanas a la capital (unos 40 km) y de las más conocidas (y transitadas), osea que no es ninguna joya oculta. Es apta para toda la familia (incluidos bebés) salvo por la escalera del final, que da acceso al mirador de la cascada.
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San Agustín de Guadalix
Para hacer esta ruta de senderismo, aparcamos el coche en el Polígono Industrial El Raso, Salida 36 de la A-1. El acceso a la ruta se puede hacer al final de la Calle del Mesto, aunque hay quien la empieza desde la Laguna de los Patos.
La ruta la hicimos un Domingo 21 de Marzo de 2021, llegando poco más de las 11:00 y se notaba que ya empezaba a estar lleno de coches, así que si vas en fin de semana, te recomendamos llegar máximo 10:30 – 11:00. Si no, te vas a encontrar con problemas para aparcar por el polígono y vas a encontrarte mucha gente en la ruta, especialmente en los alrededores de la Cascada del Hervidero. Nosotros llegamos a las 12:00 a la cascada y justo se empezaba a formar «atasco» en las escaleras que dan acceso a la misma.
Ruta a la Cascada del Hervidero
| 5’5 KM | 1H 45′ | Baja | 80 M. | Todas | No | Sí | Sí |
Desde el punto indicado, son unos 5,5 km de ruta ida y vuelta, con apenas 80 metros de desnivel.
Si vas sin niños y con la ruta más o menos preparada, seguramente se pueda hacer en una media hora, dependiendo de tu ritmo. Yo esta ruta la hice con una niña de 3 años, y me llevó una hora la ida (por el lado más cercano al río, que hay una cascada y una subida un poco puñetera para hacer con niños) y otra hora la vuelta, porque Marina se entretuvo en barrer con una ramita gran parte del camino, :).
Es buena idea hacer la ruta al principio de la primavera, porque la cascada viene con bastante agua.
El camino nos lleva por el cauce del río Guadalix, en nuestro caso, por el margen derecho, y ya desde el principio se observan bonitos rincones:
No muy lejos siguiendo por el margen derecho, hay un puente de madera con el que pasar al lado izquierdo del río:
A partir de aquí, la ruta sigue por el margen izquierdo del río, en una zona que se llama Paraje del Brincadero:
Pasado un rato, hay una bifurcación de caminos: el de la izquierda es el fácil, más ancho y que va más directo a la Cascada del Hervidero. El de la derecha, va más pegado al río, es más estrecho y te permitirá observar una cascada, llamada Cascada Becerra. Este camino de la derecha no lo recomendaría si vas con niños pequeños:
A lo lejos, me pareció distinguir un colmenar de abejas:
Cascada Becerra
Siguiendo por la senda más pegada al río, al final hay una estrechez y tienes un pequeño mirador de este salto de agua, que se ve muy tapado por las ramas de los árboles. Seguro que hay otros lugares con una perspectiva mucho mejor. Esta zona se conoce como Charco del Aliso, por el gran número de esta especie de árbol que hay en los alrededores:
Para retomar el camino principal (y volver a conectar con el camino fácil), hay que fijarse en unos escalones horadados en la roca, que se encuentran a unos pocos metros antes de llegar a la cascada, en la parte izquierda. Aquí la cosa se empieza a complicar, así que no recomendaría tomar este camino pegado al río con niños pequeños. Me dio la sensación que un resbalón o si se te escapa el niño, tenías una buena caída. No es que sea muy empinado, ni tampoco mucho tramo, pero no me pareció seguro para niños.
Una vez conectados de nuevo al camino fácil, llegaremos, tras una suave pendiente a una antigua pista asfaltada del Canal Bajo, y a continuación atravesaremos el puente de San Antonio. Hay otro puente a la derecha, más antiguo y sin barandillas, para los más aventureros.
Almenara del Sifón Bajo del Guadalix
Pasado el puente, a mano izquierda nos topamos con la almenara del Sifón de Guadalix, una antigua edificación del Canal de Isabel II de 1857. Estos sifones y acueductos permiten dirigir el agua canalizada por barrancos y valles:
En este punto, lo idóneo sería bajar por unas escaleras, y seguir por un camino que lleva directo a la Cascada del Hervidero, pero yo me despisté siguiendo a la gente y mirando el bello paisaje:
Pasado un rato, me di cuenta que la ruta se estaba desviando de la cascada, en realidad es otra ruta que se llama Ruta del Azud del Mesto, que también puedes hacer para completar el día.
Así que retrocedimos sobre nuestros pasos y hay un punto donde puedes coger la senda buena. No hace falta retroceder hasta la almenara otra vez para coger la ruta buena, hay un desvío después.
Pasados unos metros, hay un apartadero, donde teóricamente puedes llegar con el coche, ésta sería la opción idónea para los más vagos o los que se quieren ahorrar el paseo porque ya conocen la zona.
Cascada del Hervidero
Un poco más adelante se encuentra el puente del río Guadalix y junto a éste, hay unas escaleras talladas en la piedra, que hay que bajar para llegar al Charco del Hervidero.
Hay que tener extremo cuidado en la bajada, porque al ser una zona umbría puedes resbalar y no hay barandilla, y de nuevo hay una buena caída. No recomendaría bajar por aquí con mochila portabebés, mejor dejar al bebé con el otro progenitor y ver la cascada por turnos. Con niños pequeños mucho ojo, yo en mi caso, cogí por la cintura a la niña y pegada lo más posible a la pared, especialmente cuando las escaleras pegan un giro de 90º.
Una vez superado este último obstáculo, se obtiene como premio la belleza del entorno que dibujan las dos chorreras que caen formando una gran poza en el centro (Charco del Hervidero):
Se trata de una de las mejores cascadas de la Comunidad de Madrid. Las aguas que caen en ella descienden desde la Sierra de la Morcuera, perteneciendo el salto de la derecha a Pedrezuela y el de la izquierda y el charco a San Agustín de Guadalix:
Para los más aventureros, hay caminos a la izquierda y derecha para poder ver las cascadas desde arriba, e incluso vimos a una pareja joven, tirándose al agua, la cuál debería estar más que helada:
Tras descansar un rato, toca volver al parking (o quedarte a echar el día con unos bocatas). Puedes tomar el mismo camino de vuelta, pero a la inversa (versión fácil) o regresar tomando el Canal Bajo y la Vereda de las Mentiras (versión difícil). En este caso, debemos continuar de frente, subiendo por el Canal Bajo, hasta encontrarnos a 800 m, un desvío en el camino, tras haber pasado otra almenara (Almenara de los Castillejos).
Nosotros optamos por la opción fácil de volver por el mismo camino. A la ida tardamos una hora en llegar a la cascada (por el lado complicado pegado al río y tras equivocarnos pasándonos la ruta buena a la cascada una vez atravesado el puente de San Antonio). A la vuelta tardamos otra hora, pero esta vez mucho más relajados y con la niña parándose a jugar cada 5 metros, :). Llegamos a las 12:00 a la cascada y según volvíamos, venía mucha gente, así que debía haber una buena cola para bajar las escaleras (hay que tener en cuenta que el islote donde se ve la cascada no tiene mucho aforo y se forma atasco para bajar y subir las escaleras). De nuevo recomendaros madrugar un poco, o mejor, hacer la ruta entre semana, pero eso es algo más complicado.
